Hace exactamente 10 años, el 31/05/2015, se publicó este artículo en el diario El Peruano.
Vamos a leerlo de vuelta ahora.
La madre es el núcleo y esencia del universo. Por eso los pueblos antiguos le dieron un nombre corporizándola a través de una diosa. Para los celtas fue Brigit, la gran diosa Madre;los hindúes la llamaron Áditi o Párvate; y los griegos, Gea y Cibeles.
Ha sido un poeta, Manuel Pantigoso Pecero (Lima, 1936), quien concibió una sentida forma de rendirle su cariño. Él ha buscado reconstruir la imagen de su madre, la española Antonia Pecero, a la vez de darle un bello homenaje a través de su historia –y según el propio autor, de la humanidad misma–, contándola en siete libros.
Los reunió bajo el título de Los Siete Uni/Versos. Este material viene a ser el resumen de muchas vidas repartidas en círculos, los cuales finalmente convergen en el jardín de Magdalena, núcleo de esta historia y el pequeño paraíso donde residió su madre en Lima.
“Los libros que conforman Los Siete Uni/ Versos (Editorial Ykono S.A.-Lima, 2015) son Deshojadura del jardín del ser, Floración del aire, Hacia el mandala del tiempo, El Santo Grial en el jardín, que es el núcleo, Resonancias y delicias de los jardines del mundo, Las ramas del espejo y Urna donde reposa la Utopía”, explica Manuel Pantigoso al Diario Oficial El Peruano.
“En este jardín están los tres conceptos que le dan vida y son Madre, que equivale al Amor; Mandala o la belleza –Belli dice que el poeta se acerca a la divinidad a través de la abstracción del verso– y Magdalena, que es la felicidad, pero no como una mera fantasía, si no como una lucha por encontrarla.”
“Cuenta una leyenda apócrifa que María Magdalena escondió en algún lugar desconocido la copa o cáliz con la sangre de Cristo. La buscaron infructuosamente los Caballeros Templarios en la Edad Media, pero yo, en ese juego del círculo, ubico como lugar ícono el jardín de mi casa en Magdalena”, rememora. Esa casa huerta, que hoy ya no existe, estuvo ubicada en la cuadra 14 de la calle Libertad.
También recuerda que su padre, Manuel DomingoPantigoso, fue pintor y fundador del grupo Independientes. “Fue invitado junto con el escultor Ismael Pozo a la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929 para decorar el Pabellón Peruano. La exposición se encontraba cerca a la Plaza María Luisa y una de esas tardes en que solía ir allí para pintar, se le ocurrió hacer el retrato de una musa imaginaria. Su sobresalto fue grande, cuando al concluirlo, vio pasar a una jovencita que coincidía con el dibujo.”
Este encuentro, señalado por lo premonitorio, marcó el inicio de una historia de amor que daría diez vástagos, siendo nuestro poeta el cuarto de ellos.
Ruta familiar
“Para llegar a mi madre primero tuve que hablar de mi padre, hacer su biografía”, revela Manuel Pantigoso. Ese libro, titulado simplemente Pantigoso, fundador de los Independientes, fue publicado en 2007 y recoge la producción del artista mistiano.
Por otra parte, no es fácil adentrarse en Los Siete Uni/Versos, pues hay que estar en continua alerta para no perderse en ese círculo que se agranda hasta tocarlo todo. La extensión sin límites a la que se refería Walt Whitman y de la que el poeta hace uso, rompe todos los esquemas y, a veces, sustituye la palabra por íconos.
Manuel Pantigoso tiene doctorados en Filología y Literatura, así como también en Educación. Es miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Su poesía ha sido premiada con el Internacional Publication Thesaurus de Brasil.
Fuente: Diario Oficial El Peruano